El origen del huerto urbano se encuentra en los albores de la agricultura durante el Neolítico, cuando las mujeres sembraban semillas alrededor de la cueva, con lo cual llegaron a desarrollar e inventar un modo de economía más seguro, ya que las plantas de cultivo le permitían guardar gran parte de la cosecha para las épocas de escasez. En la actualidad, la práctica de mantener pequeños huertos urbanos se extiende como terapia de colectivos con problemas, aprovechamiento del tiempo de personas jubiladas o desempleadas y como herramienta pedagógico-didáctica de infancia, adolescencia y juventud.
Por otro lado, el huerto urbano es una ideal excusa para que la familia y la vecindad, observen, aprendan y faciliten los procesos de siembra, crecimiento, cuidados, floración-reproducción, injertos, cosecha, poda, conservación, elaboración de alimentos, resiembra, ..., ayudando a fortalecer la integración y el trabajo en equipo y recuperar la autoestima, por no hablar de la promoción de hábitos nutricionales saludables.
Apoyándose en los fondos del programa de empleo de la Junta de Andalucía (Proteja), la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga puso a disposición de algunas juntas de distritos, huertos urbanos para que fueran cultivados por colectivos de ciudadanos. Después de muchas vicisitudes, se puso en marcha “El huerto de Molière”, en la zona de la Avenida Molière (Málaga Oeste).
Ayer estuve con su secretario, Alonso, que me explicó el proyecto y enseñó las plantaciones y sus frutos. El solar dispone de cerramiento, electricidad, agua, armario contenedor para herramientas, además de un espacio habilitado para descanso, con pérgola y todo. Te dejo instantánea de una entrevista que le realizaron a Alonso. Si quieres ver las fotos que realicé hice, clickea AQUÍ.