Más bien va a ser solomillo ibérico con mostaza y miel. Se cocina de muchas formas, ya sabes que sobre gustos poco hay escrito. El del otro día estaba elaborado de la siguiente forma. La noche anterior lo preparas y embadurnas con un compuesto a base de miel, mostaza, orégano, tomillo y un poco de pimienta. Un rato antes de cocinarlo lo sacas del frigorífico para que se adapte a la temperatura ambiente.
Seguidamente, lo cortas en medallones de, como máximo, un dedo de grosor (aunque aquí, como en todo, al gusto). En la sartén pones un poco de aceite de oliva virgen extra (entre dos y tres cucharadas) y cuando esté caliente colocas los trozos y los dejas entre uno y cuatro minutos por cada cara, en función del grosor y de cómo quieres que la carne esté (poco, normal o mucho cocinada). Sal al gusto y retirar. Ya lo tienes. Fácil parece, pero hay que estar al tanto.
Puedes elaborar una salsa en la misma sartén utilizada, con ajo y cebolla finamente troceados, dorándose al gusto, un poco de orégano, tomillo y cuando esté dorado incorporamos un vaso de vino blanco. Cuando se evapore el alcohol incorporamos y mezclamos dos o tres cucharadas de mostaza y luego la miel al gusto. Una vez integrados los sabores a fuego lento, puedes pasarle la turbi o incorporar las piezas de solomillo doradas previamente (en este caso, la carne solo debe estar dorada entre medio y dos minutos) y dejarlo todo a fuego lento.
A continuación te dejo un vídeo, alojado en Youtube cortesía de ¿Qué hago hoy para comer? con otra forma de cocinarlo, en este caso la receta de "solomillo de cerdo con salsa de miel, cebolla y mostaza". Este texto también se ha editado en el Sitio de Manuel, bajo el título "Fácil parece" (Fuente de la imagen: elaboración propia).