El extraterrestre Romanesco

Te dejo una instantánea del “extraterrestre” romanesco, que el hortelano Alonso ha cultivado por estas fechas y nos ha obsequiado (Gracias). Reconozco que me ha sorprendido, puesto que desconocía este presunto combinado de coliflor y brécol, ejemplo de la geometría fractal en lo cotidiano o natural, dotando de más hermosura, si cabe, a la Sucesión Fibonacci. Las propiedades de esta, parece ser, brassica oleracea, que se cultiva en los meses fríos, son las mismas que las de su familia, resaltando esta mañana, no su contenido en fibra, ácido fólico, potasio, fósforo o la vitamina C, sino en un elemento maravilloso para hacer un puré espeso y delicado: la pectina, que además de atrayente digestivo, parece que también tiene efectos favorables en la prevención del cáncer de colon (Fuente de la imagen: elaboración propia).

En la cocina se utiliza de forma similar que sus hermanas y hermanos. Me centro hoy en la crema o puré, que se hace semejante al proceso seguido con la coliflor o el brócoli: puerro y cebolla escalfadas reciben el bien limpiado romanesco (generalmente sin el tronco) y cubierto con agua, sal al gusto y alguna especia como la pimienta o la nuez moscada, se espera a que esté blando (también al gusto), se rectifica lo que corresponda y se bate todo. Si lo quieres con sabor a carne, quitas el agua de la cocción y aportas caldo, por ejemplo, de pollo (también, puedes incorporar al batido un poco de nata, y al final queso rallado). Te dejo un vídeo de Youtube, cortesía de “La cocina de casa”, donde te explican otra variante de esta favorecedora crema. Mañana te escribiré sobre otro manjar: las patatas negras o violetas.