Deporte, corazones y boquerones

Llevo unos meses que no practico footing meditabundo y el cuerpo lo nota y hasta la mente lo sufre (ayer me enteré que "Corredor" no es un deportista, sino el apellido de la ministra de la Vivienda en España, ya me extrañaban los titulares de la prensa), por lo que aceptaré la propuesta de un amigo y utilizaré este fin de semana los bastones, para empujar la bola a los hoyos, mediante tímidos y temblorosos golpes approach y putt, en su mini-cancha ejecutiva de golf, practicando mi siempre mejorable péndulo o swing (como prefieras), originario de la Ronda profunda, agrícola y ganadera. Procuraré no enfundarme pantalones vaqueros y sí alguna camisa con cuello, ya que mi respetado anfitrión es bastante conservador y riguroso con el protocolo.

Cambiando de tercio, esta semana he rehusado por enésima vez la invitación del potentado Pepe, a la fiesta del “pescaíto” frito en Torremolinos (España). Debería haber asistido, pero la agenda profesional y cuestiones personales lo han impedido (gracias, Pepe). Por las notas, Pescaíto, Culito de mal asiento e Hipocresía y Sinceridad, sabes de mi afición por este plato, por lo que no voy a ser más pesado. También, conoces que tengo el corazón “partío” en lo que a la fiesta de los toros se refiere (ver Toros galácticos o la Fiesta del pueblo), por lo que comprenderás que me emocioné en la lectura de las crónicas del ídolo José Tomás (ver post La reaparición del maestro), en su sobrenatural actuación en la plaza de Las Ventas (Madrid, España). Te dejo tres links de muestra: José Tomás sube a los cielos (El País), El eco de José Tomás (ABC) y una búsqueda en Google.