Se me fue la olla

Ayer tuvimos una rica afluencia de personas en casa. Preparé unas entradas, queso y salchichón, que se unieron al bacalao al pil pil y al bacalao ahumado con tomate, que aportaron los asistentes. 

De ración fuerte quería cocinar una paella mixta, pero con el buen ambiente “se me fue la olla” y eché más agua de la cuenta, evolucionando el esfuerzo cocinero hacia un “arroz caldoso”. 

No salió tan mal el plato, debido a que previamente, por la mañana, preparé una cacerola de nutrido caldo, a base de verduras y pollo, que fue lo que, in extremis, salvó la presentación, al menos, eso creo yo, a tenor de los piropos recibidos. 

El caso es que el arroz con caldo me recordó al que hacía mi querida y extinta Josefa, el cual sí que estaba de rechupete. 

De los regalos retrasados de los Reyes Magos, resalto el que dejaron en la casa de Teo; el libro “El niño con el pijama de rayas”, de John Boyne (ediciones Salamandra), apasionante relato contado desde la mirada de un niño de 9 años, Bruno, que se muda con su familia a una casa, junto a una cerca... 

Al igual que con el arroz, el libro recibió piropos de todos los que habían disfrutado de su lectura. Por la tarde me embarqué en la aventura y "se me volvió a ir la olla".